Tlahuelilpan, Hidalgo. Enero 19.- Tras poco más de cuatro horas de luchar contra las llamas, especialistas en control de incendios de Pémex y bomberos del Estado de Hidalgo, apoyados por decenas de pipas de agua de las ciudades cercanas a Pachuca, lograron apagar el incendio generado por la explosión en una toma clandestina de combustible.
Vecinos de población de San Primitivo, municipio de Tlahuelilpan, ubicado a unos 50 minutos de la capital Pachuca, sostienen que no son 21 los muertos, sino que suman decenas más porque adentro de la zanja donde brotaba la fuente de combustible, habría unas 300 personas rellenando contenedores de diversos tamaños.
Decenas de vecinos del lugar rompieron el cerco militar en torno al centro del incendio, justo lo que técnicamente se conoce como «zona caliente», para evitar que maquinaria pesada removiera escombros aduciendo que aún hay cuerpos en el terreno. Insisten en que son muchas las personas desaparecidas.
Durante los primeros minutos de este sábado, al Centro de Comando instalado en Tlahuelilpan arribó el presidente Andrés Manuel López Obrador para enterarse personalente de la situación y girar las instrucciones pertinentes. Ahí advirtió que las estrategias para erradicar el robo de combustible continuarán e instó a la población a no participar en el robo de combustible para evitar riesgos de consecuencias lamentables, como lo ocurrido la tarde de ayer.
En un primer corte informativo tras sofocar el incendio, Alfonso Durazo, secretario de Se3guridad y Protección Civil, informo que la toma en mención no era nueva, que ya tenía tiempo y en su manipulación pincharon la manguera, con las consecuencias ya conocidas.
Por su parte, el gobernador de Hidalgo Omar Fayad Meneses indicó que por lo pronto y para evitar caer en información no precisa, será la página oficial del Gobierno de Hidalgo el medio oficial tanto del estado como del Gobierno Federal.
Dijo que ahí se podrá consultar la lista de lesionados y su localización, así como los detalles que vayan saliendo a luz tras las investigaciones que se vayan realizando.
Uno de los vecinos del lugar que fue entrevistado por la televisión, aseguró que en la zanja por donde estaba tirada la manguera que llevaba el combustible a otro lugar no determinado, habría al menos una doscientas o trescientas personas en cuclillas colectando la gasolina y que difícilmente habrían podido escapar de la explosión.
Otro explicó que esos 21 muertos contabilizados son los que quedaron en las orillas del foso y la zanja y que trataron de correr hacia las zonas seguras, pero que los estaban en el centro de la conflagración no pudieron salir.
Al final de una improvisada rueda de prensa en el lugar de los hechos, el gobernador Fayad Meneses solicitó a la población denunciar cualquier toma clandestina que conozcan y que no se acerquen a las tomas por el riesgo que ello representa.
El director de Pémex, Octavio Romero Oropeza informó que apenas este día había sido reanudado el bombeo de combustible desde Tuxpan para enviar a la refinería de Tula un aditivo especial para dar el octanaje a la gasolina y dio a entender que los saqueadores de combustible conocían el proceso y se aprestaron a sustraerlo.
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