San José, CR.- La selección de fútbol de Costa Rica deberá reinventarse a un mes de su debut en la Liga de Naciones y con poco tiempo para entrenar, luego de que el uruguayo Gustavo Matosas renunciara abruptamente al cargo de seleccionador la semana pasada, alegando aburrimiento.
La sorpresiva renuncia de Matosas a dos días del amistoso del pasado viernes ante Uruguay, dejó desconcertados a la afición y a los jugadores, como lo admitieron los capitanes Keylor Navas y Bryan Ruiz, y con escaso margen de maniobra a la Federación Costarricense de Fútbol que deberá correr en busca de un nuevo entrenador.
El entrenador uruguayo asumió el cargo en enero pasado con la misión de darle un giro al defensivo sistema de juego en el que Costa Rica había venido basando su juego durante la última década y que le dio frutos con la clasificación a Brasil 2014, al mando del colombiano Jorge Luis Pinto, y Rusia 2018, con el local Óscar Ramírez como timonel.
Matosas, con amplios credenciales como entrenador en la Liga mexicana, prometió un fútbol más ofensivo para la selección tica y una renovación generacional paulatina, pero en sus ocho meses en el cargo fue poco el avance mostrado en ambas aristas.
Con el uruguayo en el banquillo Costa Rica registró tres victorias (Nicaragua, Bermuda y Jamaica), un empate (México, que se impuso en penaltis) y cuatro derrotas (Estados Unidos, Haití, Perú y Guatemala), y la base de jugadores ha sido prácticamente la misma de Brasil 2014, con alguna que otra novedad como los jóvenes Allan Cruz y Randall Leal.
Matosas anunció que se acogía a la cláusula de rescisión de contrato de manera unilateral, y aunque reconoció que tenía una oferta en la Liga mexicana, aseguró que el principal motivo es que se sentía «aburrido» y como «de vacaciones», al tener tan pocos espacios de entrenamiento con los seleccionados.
Costa Rica enfrentó el partido ante Uruguay con el segundo asistente, el costarricense Douglas Sequeira, en el banquillo.(EFE)
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