El Progreso, Hasta Donde Lleguen los Cortos Límites de Andrés

Cuando escuché –este pasado fin de semana- sobre la publicación en el Diario Oficial de la Federación del acuerdo por el que se emite la “Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional”, comprendí que don Andrés, además de haber salido más largo que la cuaresma, no desaprovecha la oportunidad para sacar a relucir las uñas dictatoriales.

¡Aguas! Esos alcances ni Chávez ni Evo los tuvieron tan pronto, en apenas año y meses de gestión.

Obvia es su intención y las de sus jefes –porque claro, tiene jefes- de mantener a la Comisión Federal de Electricidad como la principal proveedora en el país de esa energía, aunque al final México quede al margen de la modernidad con la explotación de sistemas solares y eólicos.

En los particular, a finales de marzo anoté el “mensajito” que don Andrés dejó hace poco allá en la región de Mexicali. Desparramando sarcasmo, dijo que los aerogeneradores dañaban la estética, que producían contaminación visual y en estos días del decretazo, dijo que con la generación de electricidad por energía solar se saturarían las líneas de la CFE. Dio a entender que el país sería un solo chisporroteadero de la noche a la mañana.

El viejo se siente socialista y pretende copiar los regímenes de izquierda de los cincuenta y sesenta, cuando funcionaba el mantenerle al pueblo la bota en el cuello controlando los alimentos, la educación y los energéticos.

Se entiende la molestia de don Andrés contra el sector empresarial porque los dueños del dinero no lo han dejado dictar como dictar quisiera; y más, cuando hoy ese empresariado promueve su remoción.

Se intuye que algunos de ellos, de quienes lo quieren fuera, pudieran ser los dueños de incipientes empresas de la “energía verde” que, sin duda, ya funcionado en forma,  desplazarían a la vetusta CFE y de paso reducirían a nada el coto de poder que la dependencia todavía representa.

Pero  don Andrés tiene las sartenes por el mango. Los considerandos del mamotreto publicado el 15 de los corrientes perfectamente nos recuerdan que el Estado el dueño de la producción y distribución de la energía eléctrica y sin llorar, habremos de apechugar todas las sandeces y yerros generados por su limitado manejo del poder y su mal entendido concepto de las corrientes de izquierda.

¡Pobre! Sabe que no es hombre de izquierda pero se presume de izquierda. Seguro hasta diarrea le provoca el diario despertar y aceptar que no hay burgueses de izquierda. Y seguro también le molesta el griterío cotidiano para que tome el timón y corrija el rumbo. Lamentablemente cada vez es más notoria la deriva en que va este barco llamado Estados Unidos Mexicanos.

Don Andrés hoy es tema de chunga incluso en otros continentes;  el presidente “chistino” es famoso por sus recurrentes ausencias mentales, sus constantes fugas de la realidad y sus instintivas agresiones a quienes no considera sus seguidores.

Triste pues la suerte del pueblo mexicano que, de la mano del presidente más adulado de la historia, soñó que alguna vez, por ejemplo, la energía eléctrica sustituiría los combustibles tradicionales.

Triste la suerte del pueblo que no puede correr más allá de las limitaciones de su presidente.

¿Qué sigue, don Andrés? ¿La Internet? ¿Las afores? ¿La telefonía, acaso?

reynaldo@elMejor.com.mx