Entrevista: Cuestiona Exjuez Garzón Operación “Lava Jato”

Sao Pulo, Brasil.- Baltasar Garzón, el exjuez español conocido por haber promovido causas contra las dictaduras chilena y argentina, cuestionó la manera en la que se investigó la Lava Jato en Brasil, una operación contra la corrupción que ha salpicado también a dirigentes políticos y empresarios de otros países latinoamericanos.

En una entrevista concedida a Efe en un hotel de São Paulo, Garzón opina además sobre la tensión que vive Argentina a pocas semanas de las elecciones; habla del golpe que sufrió el proceso de paz en Colombia y asevera que pretende reingresar en la judicatura española en 2021, una vez cumplida su inhabilitación.

Durante su breve estancia en Brasil, el antiguo titular de la Audiencia Nacional española este jueves al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), encarcelado en Curitiba por corrupción dentro del proceso de la Lava Jato.

P. ¿Qué le dice el nombre del exjuez Sergio Moro (actual ministro de Justicia brasileño que dirigió la operación Lava Jato)?

R. Conocí a Sergio Moro en Lisboa en un congreso contra la corrupción. Me dijo que me conocía y que tenía admiración por mí. A mí, como a todo profesional del derecho -yo soy juez y creo que me moriré siéndolo, aunque un tiempo no haya podido ejercer-, pues (Moro) me merecía respeto. El problema es cuando observas cierta segmentación en las investigaciones.

P. La segmentación que comenta es la que se ha sacado a luz recientemente (la web del periodista Glen Greenwald difundió conversaciones que comprometían la imparcialidad de Moro en el proceso contra Lula).

R. Sus investigaciones (las de Moro) incomprensiblemente iban siempre dirigidas en un sentido, entonces comenzabas a sospechar que algo no funcionaba (…) Se comenzó a usar el derecho como arma de ataque político y eso es muy peligroso.

P. ¿Esta forma de proceder invalida los resultados de la Lava Jato (al menos 242 condenas contra 155 personas que suman unas penas de 2.242 años y 5 días)?

R. La investigación de Lava Jato es muy compleja, todo lo que es Odebrecht y el impacto en Latinoamérica es muy complejo para decir: ‘no ha existido’. Claro que ha existido, parece que ha existido, hay indicios de que ha existido. El problema es que cuando el crimen se confronta desde el Estado de Derecho no todo vale (…) Cuando la investigación está llena de trampas, de medias verdades, de actuaciones llamativas y la apariencia de imparcialidad se pierde, hay algo que no funciona.

P. ¿Qué le dirá a Lula cuando le vea en la cárcel este jueves?

R. Le daré un abrazo y le diré que estamos con él desde el principio. Creo que Lula es inocente, y con esto no descalifico a todos mis colegas jueces, pero con Lula se está cometiendo una grave injusticia. Hubo una clara intención política de eliminación en una contienda electoral (Lula fue encarcelado meses antes de las elecciones de octubre de 2018 que venció el ultraderechista Jair Bolsonaro).

P. Cuando escucha a Bolsonaro atacar al padre de la actual alta comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, la chilena Michelle Bachelet, ¿qué opina?

R. Me produce la máxima indignación. Este presidente, investido por el voto popular, va más allá de los propios votos. Estos no dan derecho a descalificar a personas que sufrieron tortura por un régimen dictatorial, como el de (Augusto) Pinochet. (Bolsonaro) es el ejemplo quizá de la política trasnochada que se quiere reinstaurar. Es como negar los efectos nocivos de un golpe de Estado (…) Ninguna persona en su sano juicio puede defender esto, es como si se defendiera de nuevo el nazismo.

P. Argentina, un país que conoce muy bien, tiene elecciones en pocas semanas.

R. Estamos en una situación sumamente delicada, con la inflación y la pobreza aumentando. Este es el momento de volver a retomar con Alberto Fernández (candidato a presidente) y Cristina Fernández de Kirchner (a vicepresidenta) políticas de derechos humanos.

P. ¿Qué le dice los problemas de la Justicia con la expresidenta Fernández de Kirchner?

R. Los procesos contra ella no han tenido consistencia, antes o después se comprobará (…) Lo que hemos visto estos años ha sido una persecución sistemática de líderes de gobiernos populares (en América Latina). Se ha visto con Fernández de Kirchner, Rafael Correa (Ecuador), Lula da Silva y la destitución de Dilma (Rousseff), Fernando Lugo (Paraguay), José Manuel Zelaya (Honduras). No ha sido casualidad.

P. ¿El proceso de paz en Colombia, en el que usted intervino como asesor, se tambalea después de la vuelta a las armas de una parte disidente de las FARC?

R. Cuando una organización terrorista desaparece, suelen aparecer algunas réplicas, lo que es deseable es que esa réplica sea neutralizada; para eso hay que empoderar mucho más las instituciones creadas en los acuerdos de paz de La Habana.

P. Usted fue inhabilitado por el Tribunal Supremo español en 2012 por un periodo de 11 años al haber ordenado escuchas a los abogados y a los detenidos por el caso Gürtel. ¿Se arrepiente de cómo procedió? ¿Regresará a la judicatura?

R. Actué con la toda la ecuanimidad y ajustándome, desde mi punto de vista, a las normas del derecho. Tomé unas decisiones en la interceptación de las comunicaciones interpretando la ley a petición de la Fiscalía, la Policía (…) No comparto esa sentencia, destruyó mi profesión de juez, pero formo parte del sistema judicial y la asumo, aunque la esté combatiendo (…) Cuando llegue el momento (2021), si me dejan, pretendo regresar (a la judicatura).(EFE/Antonio Torres del Cerro)

Pie de foto: El exjuez español Baltasar Garzón, durante la entrevista concedida a EFE.(EFE/FERNANDO BIZERRA JR)

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