Hacen Guardería la Casa más Antigua de la Ciudad de México

Ciudad de México. Diciembre 4.- La casa más antigua de la Ciudad de México, una construcción del siglo XVI ubicada el céntrico barrio de La Merced, donde vivía una familia adinerada de indígenas que sobrevivió a la Conquista española, se ha transformado en un espacio de recreación para niños.

Edificada con piedra, tezonte, cantera y estuco, la estructura fue testigo de la transformación de la vieja Tenochtitlán en la actual Ciudad de México: sobrevivió invasiones, epidemias, inundaciones, terremotos y la modernidad de una urbe que se sacudió las históricas construcciones para dar paso a nuevas viviendas y rascacielos. Ahora, también sobrevivirá el paso del tiempo, convertida en el Centro Cultural Manzanares 25, que en su nombre lleva la dirección del lugar.

Tras ocho años de rescate y rehabilitación por parte del Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el nuevo centro cultural está listo para albergar talleres artísticos y de oficios para niños y niñas de toda la ciudad, pero principalmente para quienes habitan en los barrios de La Merced, Tepito y Candelaria.

 La transformación de la vieja casona en un espacio público a favor de los niños no solo representa un cambio tangible en la vida social de esa zona marginada. También es una transformación simbólica: la Merced y Tepito abarcan un intenso distrito comercial donde el trabajo infantil es tolerado y, en muchas ocasiones, promovido a costa de la permanencia en las escuelas de los menores.

También, Manzanares 25 fue testigo mudo durante muchos años de cientos de niñas que eran obligadas a prostituirse en las casonas que rodeaban al callejón de enfrente, donde existió «El Carrusel», una extinta práctica en la que los tratantes de La Merced obligaban a niñas, jóvenes y adultas a desfilar frente a cantinas para que los clientes las observaran y eligieran con quién querían tener relaciones sexuales.

«(Manzanares 25) Es un ejemplo de la creatividad novohispana, porque mantiene la disposición de viviendas propia de la tradición mesoamericana—15 cuartos alrededor de un patio— y tiene elementos de la vivienda española como marcos de cantera en puertas y ventanas. Cada uno de nosotros es esta casa», aseguró José Mariano Leyva Pérez Gay, titular del Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México.

Entre las actividades que ofrecerá el nuevo centro cultural están talleres de dibujo, cocina, club de tareas, entre otros, impartidos por especialistas y cronistas de la zona, además de un museo donde se explicarán las labores de rescate de la zona.

Manzanares 25, como la vivienda más antigua de CDMX, fue descubierta en 2010 por el arquitecto español, y avecinado en México, Juan Benito Artigas, quien ha dedicado sus más recientes años como investigador a buscar edificios históricos y defenderlos del olvido.

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