La ruptura de la fibra óptica del domingo se produce tras una serie de incidentes que han acrecentado el temor al sabotaje y el espionaje rusos en la estratégica región

Estocolmo, Suecia. La Fiscalía sueca anunció una investigación preliminar por presunto sabotaje y ordenó la detención de un buque en el mar Báltico, bajo la sospecha de haber dañado el pasado domingo un cable submarino de fibra óptica, que conecta Letonia y la isla sueca de Gotland.

Según Mats Ljungqvist, fiscal superior de la Unidad de Seguridad Nacional, en la investigación participan autoridades como el Departamento de Operaciones de la Policía Nacional, la Guardia Costera y las Fuerzas Armadas.

Los guardacostas suecos confirmaron al diario ‘Expressen’ que se encontraban cerca del buque, que el periódico identificó como el Vezhen, con bandera de Malta, fondeado cerca del puerto de Karlskrona. «Estamos directamente en el lugar donde se encuentra el barco incautado y estamos tomando las medidas decididas por el fiscal», dijo Mattias Lindholm, portavoz de la Guardia Costera.

Según datos de Vesselfinder, el barco partió del puerto ruso de Ust-Luga hace varios días y navegaba entre Gotland y Letonia en el momento en que se cree que se produjo la avería. El centro estatal de radio y televisión de Letonia declaró el domingo que había registrado interrupciones en la transmisión de datos en el cable que va de la ciudad de Ventspils a la isla sueca de Gotland y llegó a la conclusión de que se había producido una rotura.

El incidente sigue a una serie de incidentes que han aumentado los temores de sabotaje y espionaje ruso en la estratégica región.

Anteriormente se registraron incidentes anteriores de rotura de cables de datos que recorren el fondo del mar Báltico, supuestamente relacionados con la flota rusa en la sombra, cientos de petroleros envejecidos de propiedad incierta que esquivan las sanciones y mantienen los ingresos del petróleo en el país.

El incidente más reciente se produjo a finales de diciembre pasado, cuando resultó dañado el cable Estlink-2, que transporta electricidad de Finlandia a Estonia./Agencias