Ciudad de México, México. Por segundo día consecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador confrontó al gobierno de Estados Unidos, esta vez en un tono más elevado, con calificativos a sus funcionarios como “decadentes, anquilosados y mentirosos”.

Después de que el Departamento de Estado presentó un informe sobre derechos humanos, en el que señaló falta de acción contra grupos criminales, corrupción y ataques a la titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, el mandatario federal dijo que a pesar de los “exabruptos”, no se pueden romper relaciones ni aislarse de Estados Unidos, porque hay que mantener la integración económica y comercial, pues “nos necesitamos, nos complementamos, sólo que tienen que aprender a respetarnos”.

“No podemos romper, no podemos aislarnos; es un hecho, una realidad, que tenemos tres mil 180 kilómetros de frontera, con todo respeto no es Brasil”, declaró ayer, durante la conferencia de prensa matutina.

Agregó: “Cómo resolvemos mantener esta integración económica con respeto a nuestras soberanías, es un proceso nuevo. Cómo hacerlo, enfrentando estos exabruptos; cómo los vamos convenciendo, cómo se va persuadiendo a todos ellos de que tienen que actuar con respeto. Aprender a respetar”.

Denunció que hubo una “violación flagrante” al derecho internacional, a la independencia y soberanía del pueblo de México con dicho informe de la autoridad estadounidense.

Además, cuestionó la intromisión en el asunto de las diferencias que tiene el Gobierno con el Poder Judicial; “¿cuál es el fundamento legal?”.

Aseguró que el reporte del Departamento de Estado “es una tomadura de pelo”, muy superficial y sin sustento; “no son serios, son mentirosos”, dijo, y exigió pruebas de que su gobierno promovió la difusión de 20 mil señalamientos en contra de la presidenta de la Corte.

“¿Cómo le vamos a hacer caso si dicen que nosotros promovimos que se difundieran 20 mil señalamientos en contra de la presidenta de la Suprema Corte. ¿Dónde están las pruebas?”, insistió.

Expuso que México trabaja bien con Estados Unidos en materia de cooperación económica porque conviene esa relación, al ser el principal socio comercial en el mundo de un país donde viven 40 millones de mexicanos; sin embargo, hay todavía estos grupos de intereses económicos y políticos, añadió.

“Pero así son y no debemos nosotros sorprendernos; así ha sido históricamente y eso también, con todo respeto, indica que están estancados, anquilosados, en decadencia, porque tienen que renovarse”, expresó.

Dijo que hay una similitud entre las posiciones de la derecha internacional y el informe difundido por el Departamento de Estado de Estados Unidos; “esos son los golpeadores, los halcones vinculados con las mafias de los países, relacionados con las organizaciones supuestamente no gubernamentales, como Claudio X. González”.

El Presidente López Obrador criticó a Estados Unidos porque consideró que hay muchas contradicciones en el interior de su gobierno.

“Una cosa es lo que opina la Casa Blanca; otra cosa es lo que hace la CIA; otra cosa es lo que hace la DEA; otra cosa es lo que hace Blinken, del Departamento de Estado; otra cosa es lo que hacen en el Departamento de Justicia; otra cosa es lo que se hace en el Congreso; otra cosa es lo que se hace en el Poder Judicial”, subrayó.

Detrás de su atril, el mandatarios insistió en que el país vecino respete la soberanía mexicana, como nuestro país lo ha hecho y jamás se ha entrometido allá. “Imagínense que les declaremos que violan los derechos humanos, los derechos políticos y las libertades, y que ya la Estatua de la Libertad es como un símbolo vacío”, puntualizó el mandatario./Agencias