Trump intentó procesar a Hillary Clinton y al ex director del FBI, James Comey.

Trump intentó procesar a Hillary Clinton y al ex director del FBI, James Comey.

Nueva York, USA., a 21 de noviembre del 2018.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría indicado en primavera a sus consejeros de la Casa Blanca que quería que el Departamento de Justicia procesara a Hillary Clinton, candidata demócrata en las elecciones presidenciales, y al ex director del FBI, James Comey; este último depuesto por el presidente al dudar de su lealtad ante la investigación de la injerencia rusa en las elecciones.

Dicha versión la publicó el periódico The New York Times, en la que sé relata que los deseos del presidente norteamericano fueron frenados en seco por su abogado, Donald F. McGhan II, al advertirle que como presidente no tenía ninguna autoridad para ordenar investigaciones de ese tipo. Mientras, desembocaría en graves acusaciones de abuso de poder, qué podrían llevar a un posible impeachment (moción de censura).

Aun así, Trump ha seguido sus conversaciones sobre cómo presentar cargos contra Clinton y Comey, a los que el presidente considera sus enemigos políticos. Por otro lado, Trump ha expresado en repetidas ocasiones su decepción con el director del FBI, Christopher A. Wray, sustituto de Comey, por no perseguir a Clinton.

De momento, la Casa Blanca ha evitado ofrecer ningún tipo de opinión sobre el artículo del periódico The New York Times, al igual que lo han hecho  desde el FBI, donde también han optado por no responder a los comentarios sobre las supuestas críticas del presidente a su director, al que se nombró justo después del despido de Comey; un movimiento que provocó el nombramiento del ex director del FBI, Robert Mueller, al frente de la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Trump nunca ocultó su antipatía por Clinton durante la campaña sobre la que siempre dijo en sus mítines que procesaría en caso de que llegase a presidente. Más festivas que amenazas sonaban sus palabras ante unos votantes entregados, que gritaban al unísono: que la encierren, que la encierren, que la encierren!

Sin embargo, ya una vez en la Casa Blanca, Trump se vio obligado a rebajar el tono de sus amenazas. «No quiero hacer daño a los Clinton, de verdad», aseguró posteriormente el presidente en tono conciliador.