Chihuahua, Chih.- Tras la repentina renuncia ayer de Jorge Estaban Sandoval Ochoa a la delegación del Issste en Chihuahua, salió a la luz la controversia con el coordinador de Programas Sociales del gobierno Federal, Juan Carlos Loera de la Rosa, quien en su momento dijera que el entonces recién nombrado no era delegado de la paraestatal y que únicamente cumplía con una función temporal.

La renuncia de ayer coincide con la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que todos los delegados estatales, con excepción de los relacionados con la Secretaría del Bienestar, deberán dejar vacantes sus puestos a partir del 1 de junio. Ante ello, el ahora exdelegado insistió que se retiro es índole personal.

Sandoval Ochoa había sido delegado del Issste durante el sexenio presidencial de Enrique Peña Nieto, pero a la llegada a la dirección general de su otrora aliado de grupo político, José Reyes Baeza Terrazas, fue relevado del cargo por Sergio Granados Pineda.

Desde antes de ese relevo y durante varios años subsecuentes, Sandoval Ochoa libra una batalla legal por la denuncia de una mujer que dijo haber sido su asistente desde el 2013, quien lo denunció por hostigamiento sexual ante la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) de la Procuraría General de la República.

Por ese motivo el regreso del funcionario en enero del presente año a la delegación del Issste fue causa de manifestaciones de parte de organizaciones feministas no gubernamentales y oficiales, como es el caso del Instituto Chihuahuense de la Mujer, que preside la esposa del saliente delegado Granados Pineda.(Redacción)

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