Recurre a la falacia de que si se aprueba, Chihuahua se convertirá en

un referente nacional, e incluso afirman de que ya esa iniciativa ha causado interés en otras del país.

Esta mentira, que ya no llega ni al nivel de engañar a bobos, se presentó en el pleno del Congreso que preside Adriana “Mil Máscaras” Terrazas. Llama la atención que esta experiencia ya se corrió en Chihuahua no hace mucho con apoyo empresarial y el resultado fue nulo. Ahora lo vuelven a postular granjeándole virtudes que no tiene ni ha tenido.

Nadie, menos entidades organizadas como los empresarios, tiene impedimento alguno para observar y valorar el desempeño de las instituciones públicas, cualquiera que sea. Además no tiene porqué pedir permiso, y sí explicar porqué mejor no le ponen un observatorio, aquí en Chihuahua, al gobierno corrupto de María Eugenia Campos, que ha hecho de su tarea una extensión de sus parentescos políticos a las puertas de boda en ciernes.

Por lo que respecta al Congreso de Chihuahua y a su actual legislatura poco hay que observarles y, en todo caso, la meta debiera ser un poco menos alta. Me explico: con que checaran las listas de asistencia, eliminaran los filtros policiacos para ingresar a las oficinas de los diputados y a las gradas cuando haya sesión, con eso sería suficiente.

La propuesta es pura paja. Eso sí, presumida a nivel mundial./Jaime García Chávez