Sobre Caravanas y Migrantes / Cecilia Ester Castañeda

Algunas consideraciones sobre la llegada de caravanas migrantes a la frontera:

1. La migración centroamericana hacia Estados Unidos es un fenómeno que, de una u otra manera, ha venido desarrollándose desde hace mucho tiempo. Sin embargo, hasta hace unos meses el método más común era viajar sólo para pasar desapercibido o pagar a “polleros” por el traslado.

2. Las causas del presente éxodo intracontinental son complejas. Según CNN, los expertos mencionan, entre otras, el crimen organizado, la escasez de empleo, la corrupción, el cambio climático, la inestabilidad política y la falta de democracia.

3. La diferencia entre migrantes y refugiados a veces es una definición política. Hay quienes consideran que la violencia en América Central hace tiempo alcanzó niveles de crisis humanitaria. Pero los antecedentes de flujo constante hacia Estados Unidos y el actual clima nacionalista en el vecino país han contribuido a que siga siendo catalogada como mera migración económica.

4. Dado el peligro y costo de la travesía de más de 3 mil kilómetros, así como la accesibilidad y el alcance de las redes sociales, creo yo, el traslado en grupos numerosos sólo era cuestión de tiempo. No hacían falta conspiraciones ni patrocinadores, a pesar de la abundancia de teorías al respecto.

5. Mis respetos para cualquier persona que se embarque a cruzar dos países en condiciones tan pesadas, exiguas e inciertas como las de las caravanas. Cierta vez me fui caminando desde Ciudad Juárez hasta Samalayuca, en Chihuahua. Era yo jovencita y había entrenado, pero aún recuerdo el dolor en las piernas al recorrer aproximadamente 50 kilómetros y el temblor al llegar.

6. Las caravanas están conformadas por multitudes escasamente organizadas congregadas de manera informal y con líderes surgidos por la premura de las circunstancias. Que yo sepa, no existe ningún registro confiable ni datos pormenorizados sobre los migrantes a su paso por México. Tampoco van todos al mismo ritmo. Quizá la mayoría huya de situaciones críticas, muchos buscan una vida mejor, supongo que habrá también oportunistas y aventureros. Como cualquiera puede unirse o dejar los grupos de manera espontánea, son vulnerables al ingreso de gente con menos necesidades, delincuentes o manipuladores.

7. A juzgar por los cientos de personas que en abril finalmente llegaron a California en una caravana, gran número de migrantes no completará la travesía y unos cuantos obtendrán el asilo tras un trámite de meses. Algunos intentarán cruzar de forma ilegal, unos más regresarán a sus lugares de origen y otros optarán por establecerse en México.

8. El colectivo suele tener una influencia mayor en el comportamiento de las personas, dicen los sicólogos. En el caso de las muchedumbres, la pauta la indican lo que hacen los demás. Por eso, si existen pocas posibilidades de rendir cuentas o ser reconocido y hay una fuerte identificación con un grupo, es tan peligroso cuando se caldean los ánimos.

9. Para jóvenes marginados en busca de logros, una caravana puede constituir una verdadera aventura. Es como reivindicar su libertad y su poder. ¿Sorprende entonces si algunos de ellos no están dispuestos a aceptar condiciones o encierros? Para alguien acostumbrado a trabajos informales, sin horarios ni órdenes, una rutina puede ser todo un reto y una pizza un símbolo de liberación.

10. Las diferencias culturales se manifiestan de muchas maneras. No se puede considerar desplante si una mujer de hábitos sencillos cree que los frijoles “molidos” son comida para puercos. Yo conozco a quien no toma agua pura ni en broma.

11. Las personas que piensan que el sistema está en deuda con ellas, se entiende, temen ser desplazadas aun más por los recién llegados. Los consideran competencia extra. Otras más se dejan llevar por el discurso de odio y ven un peligro exagerado.

12. Las ideas intolerantes y xenofóbicas también se propagan disfrazadas de chistes “inofensivos” por las redes sociales o en persona.

13. Todos hemos sido migrantes, si no la humanidad no se hubiera dispersado por el mundo.

14. Si en una ciudad con tantas casas abandonadas por personas que no hace mucho huyeron de la inseguridad no comprendemos la desesperación de migrantes que dejan todo atrás, no hemos aprendido nada.